Yo espero, tú esperas, él espera, nosotros… sí, nosotros
esperamos. Esperar es lo que hacemos. Usamos todas sus conjugaciones aunque
olvidásemos en el colegio la mayoría de los tiempos verbales.
Anoche desperté con rebeldía ante los pensamientos estereotipados
y fui a buscarla. Estaba sentada en la misma parada de autobús donde nos
besamos por última vez. Le pregunte que qué hacía allí, me respondió “esperarte”.
Como comprenderéis, esa noche ni la Luna esperó a que nos quedásemos dormidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario