Buscar este blog

Visitas

viernes, 13 de septiembre de 2013

Vivíamos sin punto final



Es cierto que cuando algo se moja, se enfría. Sin embargo, las lágrimas que te robé eran cálidas, pese al frío de la noche, y olían a nostalgia.

Sé que de nuestras lágrimas formamos un mar, y mi padre me enseñó a quedarme siempre cerca de la orilla porque ni el más experto nadador se puede fiar de sus corrientes. Pero vi tu barco merodeando por mi costa y pienso desobedecer por primera vez uno de sus consejos. No te preocupes, ya le dije que era más que consciente de que sólo tendría fuerzas para llegar a tu barco, pero que si me veías me traerías de vuelta, navegando a contracorriente.

Ya lo ves, aquí me tienes, enganchado a tu quilla, calculando las últimas gotas de oxígeno para terminar de escribirte.

Para terminar de escribir un mensaje que sólo leerías si echas anclas pron__


jueves, 29 de agosto de 2013

Despiértame, a sueños.



Soñaba que despertaba a besos
a la creadora de mis sueños,
a la dueña de mis despertares.

Despierto,
y la veo junto a mí,
aún a besos la desato
de ése su sueño,
que espero sea cumplido a su despertar por mí;
un pobre soñador,
que sólo sueña
que su despertar pueda soñar...


"Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño.", Edgar Allan Poe




martes, 27 de agosto de 2013

La espera.


Yo espero, tú esperas, él espera, nosotros… sí, nosotros esperamos. Esperar es lo que hacemos. Usamos todas sus conjugaciones aunque olvidásemos en el colegio la mayoría de los tiempos verbales.


Anoche desperté con rebeldía ante los pensamientos estereotipados y fui a buscarla. Estaba sentada en la misma parada de autobús donde nos besamos por última vez. Le pregunte que qué hacía allí, me respondió “esperarte”.

Como comprenderéis, esa noche ni la Luna esperó a que nos quedásemos dormidos.